Era tácito que desde aquel 2-8 ante el Bayern Múnich, las horas de muchos en Can Barça estaban contadas. Setién, vacas sagradas, Abidal… ¡Bartoméu! En fin, no se salvaba ni el utilero.
Sin embargo, mientras más se ha intentado tener la “cabeza fría” ocurrió todo lo contrario. Un presidente que dice que culminará su mandato (nefasto en cuanto a las cuentas contables), fichajes multimillonarios que no han dado la talla, cedidos en los que no se sabe qué hacer con ellos… Y lo peor: el enfado de Messi. Sí, el enojo del capitán del barco.
Tras la llegada de Koeman, para muchos aplaudida y para otros rechazada (caso Víctor Font), las matrices de opiniones han estado a la orden del día. Resulta muy curioso que alguien que ni siquiera es oficialmente candidato a la presidencia del Barça se atreva a decir que “Koeman así gane el triplete no será mi entrenador”. Si me apuran, estampo mi firma -ya- para el tercer triplete de la historia del club de inmediato. Con o sin Messi, con o sin Koeman.
Durante el día jueves, la famosa charla de Messi - Koeman ha sido Trending Topic en medio planeta. El resultado de la cumbre, arrojando más preguntas que respuestas, ha dejado algo muy claro y lo explicaremos en clave futbolera: si un árbitro -antes del VAR- tenía duda sobre una jugada, deje seguir.
Este es el caso de Lionel Messi. Si el astro argentino manifestó tener dudas si seguir o no vestido de culé, pues siga. Lo dijo Koeman y cuanto ilustre ha jugado y dirigido en el Camp Nou: “Sólo quiero trabajar con gente que quiera estar aquí, si no están contentos aquí que lo digan. Quiero gente que lo vaya a dar todo por el Barça”.
Si Lionel, por mucho -para no decir todo- que le ha dado al Barça, tiene dudas de querer estar en el club… El chiste se cuenta solo.
David Rodríguez
Tw - Ig: @david598
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