El Clásico

Oriol Umbert. 08/04/2021

Opinión.-

El Clásico es quizás después de una final de copa del mundo el partido más esperado por los aficionados al futbol, casi a la par de una final de UEFA Champions League, no solamente por la calidad de futbol que se exhibe, sino que además le tiene un punto de historia antigua y reciente de verdaderos recitales futbolísticos.

Quizás escribir sobre ello siendo aficionado al FC Barcelona podría dar a entender que la balanza se inclina hacia el lado culé y obviamente es así. No solo por la forma que hemos ganado clásicos en Madrid, sino que además de la manera tan magistral y armoniosa. Pero seamos honesto, enfrentarnos a los merengues siempre es un reto, y a veces muy difícil de asumir, porque solo hay 90 minutos y ningún margen de error.

Escribo estas líneas antes de que se juegue el próximo clásico en abril de 2021, solo intuimos las alienaciones y el modo de juego, pero su desarrollo dependerá solo de cómo te enfrentes a tu rival y de quien controle el balón, sin embargo hoy a diferencia del partido de ida puedo esperar a un FC Barcelona más sólido y centrado en dar la estocada final al rival que más cerca tiene en la tabla.

Las emociones emanadas durante ese partido solo las pueden sentir los aficionados y jugadores de los equipos que están en cancha, podrán jugar mejor o peor, podrán ganar o perder pero el empuje que se transmiten por los colores que defienden hacen palpitar los corazones que suenan como tambores, en cada celebración de gol y sufrir la derrota solo tiene consuelo pensando en la revancha de la próxima vez que se enfrenten

Eso es la magia del Clásico, dejarlo todo en cancha, como el Eterno Capitán Puyol, salir y disfrutar como el Míster Cruyff, parar, respirar, mirar y tocar como Xavi, bailar como Ronaldinho jugar sencillo y en pocos espacios como Don Andrés, o simplemente, pelear y avanzar, hacerse dueño del campo y hacer estremecer las redes rivales como D10S. Espero un partido duro, intenso, estratégico, un juego que podría ganar cualquiera, un juego donde el árbitro no sea protagonista. Pero a su vez veo a un Barcelona fuerte, unido, constante y elegante, que se dejara la piel, que no se confiará y que terminara ganado de manera sólida, sacando el pecho y mostrando al mundo quien es el Barca y que ganar en Madrid se ha convertido ya en un Clasico!