El Barça pierde ante el Madrid ¿El último clásico de Messi? El Real Madrid ganó el Clásico y achica como nunca LaLiga. Zidane y Koeman tienen claro que queda mucha Liga y puede pasar de todo. Zidane pilló al dt culé sacrificando a Marco Asensio para poblar la media cancha con Valverde y se notó.
Aunque el Barça entró futel a lo nuestro, apretando hasta asfixiar a Modric, Kroos, etc., los blancos hallaron en los pelotazos a Vinicius y Benzema como su "padre nuestro".
A la primera que falló el Barça retrocediendo, Valverde se comió la cancha para pasar a Lucas Vázquez y centrar a un Benzema que aún no sabe por dónde, pero entró el balón. 1-0. Ter Stegen pudo haber hecho más, aunque no hay moral para reprocharle.
El mazazo no cambió al Barça. Siguió monopolizando la pelota hasta que una falta de Araujo provocó el 2-0 "al estilo de colegio" de Kroos: un tiro libre que pegó en el señalado de turno (Dest) y que luego impactó en Jordi Alba y 2-0 en casi media hora.
Nadie entendía cómo el Barça con 70% de posesión era quien perdía. Se intuía que llegaría más rápido el 3-0 que el definitivo 2-1.
Koeman agita el banquillo
La segunda parte comenzó con Griezmann por Dest y pasar a jugar con tres en ataque. El Real Madrid, cobardón pero efectivo, de encomendaba a la contra. Con un diluvio tremendo, la cancha jugaba para dos equipos que tenían muy claro sus roles en el Clásico.
Tanto dió el agua al cántaro que el Barça se encontró con el feo -pero esperanzador- gol Mingueza en el minuto 60. Una media hora no apta para cardíacos se puso más intensa cuando Koeman quitó a Busquets por Sergi Roberto.
Clásico que se respeta tiene polémica. El Barça reclamó en el 84 un penalti de Mendy a Braithwaite que Gil Manzano "jugó" a interpretar la canción de Shakira "ciego y sordo mudo..." y que el VAR no le corrigió por estar "en un cumpleaños". Así se llegó a un final plagado de nerviosismo. El Madrid acabó con diez por la expulsión de Casemiro por doble amonestación. El Barcelona apretó hasta lo último. Tanto, que Ilaix Moriba la tuvo convun balón al travesaño. Ahí acabó un Clásico que deja la Liga más abierta que nunca.
Para destacar: Messi lleva siete clásicos sin marcar. ¿Será esta la última vez que vimos a Leo jugar contra el Madrid, vestido de culé?
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